Juan Ramón Jiménez

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Comentario del poema

Localización

El autor de este poema es Juan Ramón Jiménez (1881-1958) que es uno de los representantes del periodo denominado Novecentismo (o Generación del 14), situado entre el auge de la generación de fin de siglo (Generación del 98 a la que pertenecieron autores como Machado) y la aparición de los poetas del 27 (entre los que destaca Lorca o Alberti).

Tema

El tema del texto es la intrascendencia del individuo, la continuación de la vida en el mundo tras la muerte del autor y la perpetuación de la vida en La Tierra.

Tratamiento del tema.

En este poema Juan Ramón Jiménez aborda el tema de la muerte como un hecho de nula trascendencia para el mundo en su conjunto. De hecho, diariamente mueren muchas personas y, por así decirlo, el mundo continúa girando. También el poeta señala que, en el lado opuesto, cada año nacen muchas personas. En cierto modo, ellas vienen a sustituir a todas aquellas personas que han fallecido, no en el sentido de que sus vidas sean réplicas de las anteriores sino que son las que hacen posible la perpetuación de la vida en el mundo.

Estructura interna

El texto se organiza en tres partes:

-La primera comprende del primer verso al sexto y trata sobre el transcurso normal de la vida en el entorno donde transcurrirá la vida del autor una vez éste haya muerto. Para ello se enumeran una serie de elementos (pájaros, campanario, huerto, árbol, pozo, cielo) que pertenecen al lugar donde vive el poeta, dando a entender que esos elementos seguirán existiendo y funcionando pese a que él algún día muera: todo.

-La segunda, que corresponde desde el verso séptimo al décimo, el autor contempla el hecho de que morirán igualmente aquellos que le amaron mientras que nacerán otros y su espíritu irá de un lado a otro, sin rumbo fijo, por su huerto, nostálgico. En estos versos el poeta transmite la idea de que el hombre no es eterno en este mundo y conforme la gente que le ama vaya muriendo, ésta será sustituida por otras personas desconocidas, e irán sucediéndose generaciones de individuos, y a medida que avanzan estas generaciones él irá cayendo más y más en el olvido. Por tanto “su espíritu errará nostáljico” sin rumbo fijo, en el huerto que representa el rincón familiar, el lugar donde pasó tan buenos momentos con aquellos que le querían.

-Y la última parte, desde el verso once hasta el número catorce, donde Juan Ramón Jiménez sintetiza todo lo anterior reiterando que tras la muerte lo perderá todo y se quedará solo mientras que la vida, indiferente, continúa su fluir. Vuelve a retomar los versos iniciales, por lo que vemos la estructura circular que en este caso representa el círculo vital y natural que se repite.

Estructura externa (Métrica)

En lo que se refiere a la estructura externa podemos decir que se trata de un poema irregular, con versos de distinto número de sílabas: 11-3-12-7-14-13-9-11-10-15-9-14-7-7-12. Como consecuencia se obtiene un ritmo tenue, ya que no se repite el mismo esquema métrico. Tan solo podemos observar la pausa final de cada verso y la rima asonante (en a-o) en ellos. Además en muchos de los versos se tiende a terminarlo con una palabra esdrújula: (pájaros, plácido, nostáljico), por lo que hay que restar una sílaba al medir el verso.

Aspectos lingüísticos

Como se puede ver se trata de un poema con una gran sencillez de léxico y sintaxis donde destaca la presencia de elementos del mundo natural y rural: pájaros, huerto, árbol, cielo, pozo, pueblo... Una sencillez y claridad que tiene como objetivo que todo el mundo lo entienda y conseguir musicalidad sin necesidad de complicar el discurso.

Además aparecen otros elementos artificiales como las campanas que dan lugar a una realidad armónica y apacible y dan la "nota musical" a este poema.

¿Hay adjetivación?

Este poema destaca también por su rica adjetivación con el objetivo de dar belleza a lo que describe, y también color: Verde árbol, pozo blanco, cielo azul y plácido, huerto florido, etc…A esto hay que añadir el adjetivo nostálgico que refleja el estado de ánimo del poeta en ese momento.

¿Qué tipo de verbos aparecen?

Podemos apreciar que la acción de todo el poema está direccionada hacia el futuro: de hecho la mayoría de las formas verbales del poema se encuentren en futuro de indicativo: Iré, quedarán, hará, será, tocarán, etc… Los verbos son de estado, con poca acción. “Quedar, ser, morir, tocar, ir”.

¿Qúe partes temporales puedes encontrar?

A la hora de estructurar los hechos futuros podemos observar dos fases claramente:

-Una primera que hace referencia a la muerte del poeta (Y yo me iré)

-Una segunda que hace referencia al resto de hechos que suceden una vez ha muerto el poeta, hechos que como veremos en el tema continuarán ocurriendo y fluyendo pese a la muerte del autor (las campanas siguen tocando, los pájaros siguen cantando, en el pueblo se van sucediendo las distintas generaciones, el cielo sigue en su sitio, etc...) Aparecen referidos mediante el uso de una perífrasis verbal de gerundio: “Y se quedarán los pájaros cantando”.

¿Qué efecto temporal tiene el uso del gerundio?

El gerundio indica continuidad, permanencia que es lo que quiere resaltar con el poema: la vida sigue fluyendo tras la muerte y el mundo no para.

¿En qué persona está?

Si analizamos las formas verbales según la persona verbal (ya no según el tiempo, sino según la persona que profiere la acción), observamos que se combina la 1ª persona del singular para hacer referencia al hecho inexorable de su muerte (iré, estaré) con la 3ª persona del singular y del plural para reflejar el comportamiento de los elementos que le sobrevivirán y continúan existiendo (quedarán, morirán, hará, errará, será)

Recursos literarios gramaticales y de ritmo

Uso de recursos de repetición y paralelismos. Así por ejemplo podemos ver la repetición de las dos oraciones del principio en la última estrofa: Y yo me iré[...]/ Y se quedarán los pájaros/ cantando…Por consiguiente al terminar el poema se vuelve al punto de partida, pues el poema empieza y termina con la misma idea. El uso de estructuras paralelísticas con las anáforas también van a sustentar la estructura del poema y convertir la repetición en un concepto clave para su significado.

El poema se inicia con puntos suspensivos y podemos observar una tendencia al uso de los puntos suspensivos, a no rematar la oración, dando la sensación de que se tratan de versos vagos e indefinidos.

Lo mismo ocurre con la conjunción “y”, con la que comienza el poema como si la frase inicial fuera el resultado de una reflexión previa. La conjunción “y” acabará repitiéndose a lo largo de todo el poema (polisíndeton) dando la sensación de que el autor va hilvanando pensamientos dispersos fruto de su estado anímico.

¿Cómo es el ritmo del poema?

…Y se quedarán los pájaros/ cantando

…sin árbol/ verde

Además, el poeta intenta desdibujar el ritmo provocando rupturas y con encabalgamientos abruptos separando en versos distintos elementos estrechamente ligados desde un punto de vista sintáctico.

¿Aparecen también recursos auditivos, es decir relacionados con los sonidos?

Se puede ver la repetición reiterada de [to] y [ta].” …tocarán como esta tarde están tocando / las campanas del campanario”. Se trata de una aliteración-onomatopeya ya que evoca e intenta dar la sensación al leer que estamos escuchando de verdad las campanas. De hecho incluso podemos ver el juego acústico que se hace con la "campana" y el "campanario" (se trata de una palabra primitiva y su derivado). El objetivo de estos recursos a nivel fónico es reforzar el contenido evocando un sentimiento basado en lo acústico.

Recursos literarios de significado

La antítesis también está presente en el texto gracias al “yo me iré” que se opone al “se quedarán”. Esto nos hace ver que Juan Ramón Jiménez evita nombrar aquello de lo que habla (la muerte), ya que en ningún momento dice explícitamente que se va a morir, sino que emplea una expresión mucho más suave gracias al “y yo me iré”. Eufemismo para no decir la palabra tabú.

Conclusión

Este texto consigue transmitir sentimientos íntimos del poeta en un tono de melancolía al pensar que llegará el momento en que tenga que dejarlo todo. Su muerte no conmocionará al mundo, ya que todo seguirá igual, y conforme pase el tiempo y las nuevas generaciones su recuerdo irá consumiéndose cayendo en el olvido más absoluto.