GRUPOS La flor de mi palabra: La Regenta (II)

La Regenta (II)

1. Como muchas otras obras imprescindibles de la literatura española, La Regenta fue llevada al cine en 1996. Aquí puedes ver el fragmento del minuto 12:30 al 19:00, que pone en escena del fragmento que vas a leer.


2. A continuación, encontrarás vocabulario relacionado con tres temas que aparecen en el fragmento que vamos a leer: la religión, la habitación y la ropa.

VOCABULARIO RELIGIÓN:

La mayoría de las palabras que tienes a continuación las conocerás porque son parecidas en polaco.
Intenta definirlas.
 1. Confesión:____________________________________________________________________________________
2. Rezar:________________________________________________________________________________________
3. Devoto:______________________________________________________________________________________
4. Sacerdote:_____________________________________________________________________________________
5. Penitencia:____________________________________________________________________________________
6. Sacramento:___________________________________________________________________________________
7.
Examen de conciencia:___________________________________________________________________________
8. Pecados:______________________________________________________________________________________
9. Crucifijo:_____________________________________________________________________________________


VOCABULARIO HABITACIÓN:

Une cada palabra con su sinónimo
*Atención: la segunda opción es la más utilizada en español actual

alcoba
cama
lecho
cama de matrimonio
colgaduras
habitación
cama de dos
cortinas

*Alcoba – habitación     Lecho – cama      Colgaduras – cortinas     Cama de dos – cama de matrimonio

En la siguiente tabla, ¿qué elementos de la columna de la izquierda forman parte de una habitación
y cuáles de una cama?



  

VOCABULARIO ROPA:

Une cada palabra con su definición y dibujo:


*1. d     2. e     3. b      4. h     5. f     6. g      7. c   8. a

3. Ahora ya puedes leer el segundo fragmento de La Regenta

La regenta

Ana Ozores se prepara para la confesión general.


Cerca del lecho, arrodillada, rezó algunos minutos la Regenta.

Después se sentó en una mecedora, lejos del lecho por no caer en la tentación de acostarse, y leyó un cuarto de hora un libro devoto en que se trataba del sacramento de la penitencia en preguntas y respuestas.

«¡Confesión general!» Sí, esto había dado a entender aquel señor sacerdote. Aquel libro no servía para tanto. Mejor era acostarse. El examen de conciencia de sus pecados de la temporada lo tenía hecho desde la víspera. El examen para aquella confesión general podía hacerlo acostada. Entró en la alcoba. La Regenta dormía en una vulgarísima cama de matrimonio dorada. Sobre la alfombra, a los pies del lecho, había una piel de tigre, auténtica. No había más imágenes santas que un crucifijo de marfil colgado sobre la cabecera.

Obdulia, a fuerza de indiscreción, había conseguido varias veces entrar allí. «Nada que revele a la mujer elegante. La piel de tigre me parece un capricho caro y extravagante, poco femenino al cabo. ¡La cama es un horror! Allí no hay sexo. Aparte del orden, parece el cuarto de un estudiante. Nada de lo que piden el confort y el buen gusto. Dime cómo duermes y te diré quién eres.

¡Ah!, debía confesar que el juego de cama era digno de una princesa. ¡Qué sabanas! ¡Qué almohadones! Ella había pasado la mano por todo aquello, ¡qué suavidad! El satín de aquel cuerpecito de regalo no sentiría asperezas en el roce de aquellas sábanas.»

Ana corrió con mucho cuidado las colgaduras granate, como si alguien pudiera verla desde el tocador. Dejó caer con negligencia su bata azul con encajes crema, y apareció blanca toda. Después de abandonar todas las prendas que no habían de acompañarla en el lecho, quedó sobre la piel de tigre, hundiendo los pies desnudos, pequeños y rollizos en la espesura de las manchas pardas.

Abrió el lecho. Sin mover los pies, se dejó caer de bruces sobre aquella blandura suave con los brazos tendidos. Apoyaba la mejilla en la sábana y tenía los ojos muy abiertos. La deleitaba aquel placer del tacto que corría desde la cintura a las sienes.

«—¡Confesión general!» —estaba pensando.— Eso es la historia de toda la vida. Una lágrima asomó a sus ojos, que eran garzos, y corrió hasta mojar la sábana.

Se acordó de que no había conocido a su madre. Tal vez de esta desgracia nacían sus mayores pecados.

«Ni madre ni hijos.»

—¡Si yo tuviera un hijo!... ahora... aquí... besándole, cantándole...

Otra vez se presentó el esbelto don Álvaro, pero de gabán blanco entallado, saludándola como saludaba el rey Amadeo.

Mesía, al saludar, humillaba los ojos, cargados de amor, ante los de ella imperiosos, imponentes.

La imagen de don Álvaro también fue desvaneciéndose; ya no se veía más que el gabán blanco y detrás, como una filtración de luz, iban destacándose una bata escocesa a cuadros, un gorro verde de terciopelo y oro, con borla, un bigote y una perilla blancos, unas cejas grises muy espesas... y al fin sobre un fondo negro brilló entera la respetable y familiar figura de su don Víctor Quintanar. Ana Ozores depositó un casto beso en la frente del caballero.

Y sintió vehementes deseos de verle, de besarle.
—¿Qué tienes, hija mía? —gritó don Víctor acercándose al lecho.

Don Víctor se sentó sobre la cama y depositó un beso paternal en la frente de su señora esposa. Ella le apretó la cabeza contra su pecho y derramó algunas lágrimas.

Leopoldo Alas “Clarín”


¿Encuentras muchas diferencias entre el texto original y la versión cinematográfica?

Explicación del Texto 


Ana Ozores se encuentra tan triste con su vida que se encuentra enferma. Por la noche reza y lee un texto religioso sobre el acto de confesarse. Descripción negativa de la habitación. Solo salva la cama. Sigue sufriendo y considera que su frustración y el vacío que siente en su vida es por las ausencias que hay en su vida: no tuvo madre ni tiene hijos. Y ese pensamiento le recuerda a Don Álvaro Mesía, con una imagen ideal de él (amor, humildad) / que aparece como oposición a su marido que se parece más a la figura paternal (beso en la frente). Está tan mal que tiene pesadillas que no la dejan dormir y pide ayuda. Entonces aparece su marido y le da un beso paternal en la frente.


4. La Regenta está escrita de un modo especial que es muy utilizado en la literatura realista: estilo indirecto libre. ¿Sabes lo que es?

A continuación,  algunos ejemplos del fragmento sobre cada uno de estos puntos.

«¡Confesión general!»
«Nada que revele a la mujer elegante. La piel de tigre me parece un capricho caro y extravagante, poco femenino al cabo. ¡La cama es un horror! Allí no hay sexo. Aparte del orden, parece el cuarto de un estudiante. Nada de lo que piden el confort y el buen gusto. Dime cómo duermes y te diré quién eres.

¡Ah!, debía confesar que el juego de cama era digno de una princesa. ¡Qué sabanas! ¡Qué almohadones! Ella había pasado la mano por todo aquello, ¡qué suavidad! El satín de aquel cuerpecito de regalo no sentiría asperezas en el roce de aquellas sábanas.»
«—¡Confesión general!»
«Ni madre ni hijos.» 


MODELO DE EXAMEN MATURA 2010


- Tarea 1. (4 puntos) Indica el tema y resume el contenido del texto.

- Tarea 2. (3 puntos) Analiza la figura del narrador como elemento de la narración. ¿Qué recursos utiliza el autor para contar el episodio de este fragmento y los pensamientos de Ana? Justifica tu respuesta con ejemplos sacados del texto.

- Tarea 3. (4 puntos) Señala las partes o secuencias del texto, justificando tu división.

- Tarea 4. (4 puntos) ¿Cómo es el personaje de don Víctor, el marido de Ana, según el texto? Señala cuatro de sus características, justificando tu respuesta con citas del texto.

- Tarea 5. (6 puntos) ¿Cómo es el personaje de Ana Ozores, según el texto? Señala cuatro de sus características. ¿Cómo fue su infancia, según tu lectura del fragmento? Justifica tus respuestas con ejemplos citados del texto.

- Tarea 6. (6 puntos) Uno de los temas de este fragmento es la religión y la religiosidad. Comenta este tema, analizando por un lado el comportamiento de Ana Ozores a lo largo del fragmento y por otro lado, el vocabulario específico relacionado con la religión.

- Tarea 7. (8 puntos) Ana Ozores es el personaje principal de esta novela. Identifica y señala las características de otros tres personajes femeninos de la literatura española. Destaca brevemente la importancia de Ana Ozores como personaje femenino en esta novela.






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